miércoles, 14 de agosto de 2013

El Síndrome Jordan: Gary Payton

En esta nueva sección vamos a repasar la vida de los grandes jugadores que han sufrido el "Síndrome Jordan" ser un jugador increíblemente talentoso pero tener la mala fortuna de coincidir con el mejor jugador de todos los tiempos: Michael Jeffrey Jordan. El primero, un base que ha sido incluido recientemente en el HOF: Gary "The Glove" Payton.

Los años universitarios de GP fueron en Oregon State, donde no solo destacó por su descarado estilo si no que fue el mejor jugador de su historia. Fue elegido por Sports Illustrated como mejor jugador universitario un año antes de presentarse al draft, en el año 1990, donde fue seleccionado por los Seattle Super Sonics en la segunda posición, solo por detrás de Derrick Coleman en un draft que destacaba por su mediocridad. "Iron Man" se hizo el lider del equipo nada más comenzar su temporada rookie, y comenzó una sociedad con un jugador que habían seleccionado un año antes: Shawn Kemp. Tras unos años de adaptación, ambos estaban decididos a marcar una época y llegó George Karl al banquillo para dirigir con batuta a los SSS: estaban listos. Base y ala-pívot protagonizaban una película con un director de lujo y para disfrute de los espectadores. ¿Que ocurría ese año a su al rededor? El mítico Dream Team, lleno de dudas, encaminaba los JJOO de Barcelona. Michael Jordan dominaba completamente la liga, Charles Barkley, Karl Malone, David Robinson y Patrick Ewing mandaban en la zona. Dos genios como Magic y Bird daban sus últimos botes y completaban el mejor conjunto de la historia de los deportes. La temporada 92-93 se veía a la vuelta de la esquina y el último campeonato de los Sonics había sido en la temporada de rookie de Larry y Magic: la 79. Habían conseguido llegar (como mucho) a segunda ronda, pero no más. Su juego ganaba adeptos pero seguía faltandole algo al equipo.



Con organización y apoyo de Derrick McKey y Sam Perkins se plantaron frente a los Suns de Charles Barkley en las finales de la conferencia oeste. Los Bulls de Jordan, Pippen y cía. ya esperaban del otro lado de la tabla y ambos equipos estiraron la eliminatoria al séptimo y definitivo partido. Al final, los Suns capitaneados por Chuckster, que había declarado que Dios quería que ganasen la NBA* (parece que se equivocó) avanzaron a las Finales ante Chicago en el que seria la consagración del three-peat para los de MJ. 13-6-5 eran los promedios de The Glove, apelativo que ya se había ganado por su habilidad para robar el balón de manos del rival.
Estaban preparados para hacer algo grande. Jordan se había retirado, desgracia para los fans y bendición para los sufridores de esta popular enfermedad. Otras figuras querían alzarse: Hakeem Olajuwon, Reggie Miller... todos ellos aprovecharon la ausencia del 23 de los Bulls para intentar sentarse en el trono vacío. Firmaron el mejor record de la temporada: 63-19, pero en la post-temporada sufrieron el varapalo de ser eliminado por los Denver Nuggets de Dikembe Mutombo. El equipo y la ciudad querían éxitos y los éxitos no llegaban. A la siguiente campaña, lo mismo. Segundos de conferencia pero eliminados por los Lakers. En la temporada 95-96, la segunda (y última) sin Jordan en las pistas, los SSS reunieron la mejor plantilla de su historia: juntaron a sus dos pilares principales, Kemp y Payton con un alero como Detlef Schremp y el base Nate McMillan. Payton fue nombrado DPOY (único base en hacerlo en la historia), y superando a los Kings, Rockets y Jazz en PO, por fin alcanzaron las ansiadas finales de la NBA ante (no podía ser otro) los Bulls. Tuvieron la mala suerte de enfrentarse a uno de los mejores equipos con aquel récord 72-10, con leyendas como Kukoc, Harper, Pippen, Rodman, Steve Kerr y, como no, el rey de la liga, Michael Jordan. Cayeron, con mucho honor, en 6 partidos. Solo podían inclinarse ante un equipo de leyenda.
El poderío individual de Payton no hacía mas que crecer y en al final de la RS 96/97 promediaba 21-7-5. Ya había sido cuatro veces All-Star (y lo sería seis veces más) y un equipo que poco a poco se apagaba seguía a la sombra de los grandes. Seguían liderando la conferencia oeste pero se achicaban en PO, y cayeron en semifinales ante los Rockets de Hakeem Olajuwon (otro sufridor de este síndrome). Luego para los Sonics todo vino en cuesta abajo. George Karl se bajó del carro y Nate McMillan se retiraba del baloncesto tras 11 años. Los Sonics no contaban tampoco con Kemp, que había sido traspasado a los Cavs. Payton se quedaba tirando del carro y mientras promediaba 20 puntos y 8 asistencias los SuperSonics no entraban a PO. Todo esto mientras MJ se elevaba desde la línea de tiro libre y enchufaba su Last Shot.

Con la entrada del nuevo milenio "Iron Man" se quedaba como uno de los únicos representantes de los Sonics de principios de los 90. Su promedio anotador se disparó hasta 24, 9 asistencias y 7 rebotes (además de sus ya clásicos 2 o 3 robos). Pero estaba solo, y no podía permanecer muchas temporadas tirando de un equipo entero. En la temporada 02-03, abandonó la que había sido su casa por 11 años y ponía rumbo a los Milwuakee Bucks.
Con Ray Allen y Toni Kukoc en el equipo Payton se ilusionó por el nuevo proyecto, pero no duró mucho. Se marchó tras una campaña en la que cayeron en la primera ronda. Harto de perder y con hambre de títulos, se marchó a la capital mundial del entretenimiento, a la casa del Showtime, a Hollywood, a Los Ángeles Lakers. En aquella temporada se reunió uno de los equipos que más he disfrutado viendo: los Lakers de los Fab Four. Payton, Kobe, Malone y O'Neal. Dos HOF y dos que pronto lo serán. Horace Grant, Derek Fisher, Byron Russel (cuya cadera también sufrió el síndrome) completaban el plantel, destinado a liderar la NBA. Pero los Pistons se cruzaron en el camino de L.A. Se encontraron en las finales y se fueron a Motor City tras 5 partidos. Los números de Payton iban en descenso exponencial, al igual que su carrera, que ya no podía esperar mas para levantar un título. 7-3-5 era lo que hacía de media por partido, incluso sus característicos robos habían descendido a menos de 1 por encuentro. Abandonaría el fallido intento de dinastía angelina a la ciudad opuesta, tanto geográfica como baloncestísticamente: Boston. Sólo aguantaría una campaña, en la que tampoco tuvo éxito rodeado de Paul Pierce, Al Jefferson, Tony Allen o Delonte West, pese a que los greens alcanzarían la gloria tan solo un par de temporadas después.

Entonces Payton, agente libre, decidió jugar en los Heat, su último equipo y el definitivo para su afán de victoria. Asociado de nuevo con Shaq y bajo las ordenes de Pat Riley,  participó activamente en un equipo de lujo: Dwayne Wade, Alonzo Mourning, "Chocolate Blanco" Williams, Delonte West (de nuevo)... todos los ingredientes para ganar. Y lo hicieron. Vencieron a los Mavs en las finales (4-2) y GP podría levantar el trofeo que tanto había ansiado, quedandose en otra lista diferente a la de Malone, Barkley o Miller (otros aquejados del Síndrome) y pudo conseguir un anillo en sus dedos. Luego permanecería una temporada más en Miami en la que fueron barridos en la primera ronda y colgó las zapatillas. Uno de los mejores ladrones de la historia de la liga dejaba las pistas. Su estilo descarado, su afán por la victoria, único jugador de la historia en conseguir 20.000 puntos, 5.000 rebotes, 8.000 asistencias y 2.000 robos en una carrera. Incluido en el Salón de la Fama del baloncesto en este año 2013, elegido en 9 All-Star y en los mismos quintetos defensivos, un jugador que asfixiaba al rival. Un jugador aquejado del Sindrome Jordan, pero una leyenda del basket. Gary "The Glove" Payton.

*10 años después, Barkley en una entrevista.
Entrevistador: "Dijiste que Dios quería que ganaseis el campeonato... y no lo hicisteis".
Sir Charles: "Ya, es que no me di cuenta de que vestía el 23 y jugaba en los Bulls".

Por Nico Patella. 


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