Se acerca una nueva
temporada a la ribera del río Mersey, en lo que será el enésimo
intento del Liverpool de conquistar la Premier League por primera vez
en su historia (desde que se empezó a denominar de ese modo en
1992). La afición más fiel y famosa de la historia de Inglaterra
volverá a llenar Anfield Road jornada tras jornada como cada año y
viajará por todo el país acompañando a su equipo. La ilusión ha
retornado a la ciudad de 'The Beatles'.
Esa es ilusión es, en
gran parte, debida al técnico Brendan Rodgers, que ya empezó a
cimentar las bases del buen juego que asombró a los británicos
cuando dirigía al Swansea y que ahora ha traído a Liverpool. Si
bien es cierto, que la temporada pasada el conjunto 'red' rindió por
debajo de sus posibilidades, las adquisiciones de esta temporada han
hecho subir un escalón al equipo y luchar por entrar en Champions no
es tan descabellado -al contrario que luchar por el título de liga,
aunque nunca ha de descartarse nada en fútbol-.
El verano ha sido
bastante movidito en los despachos de Anfield. Se ha fichado con
cabeza, dejando marchar cedido a Reina (con el consecuente ahorro de
su elevado sueldo) y vendiendo a Downing y Carroll por 20 millones de
libras en total. Shelvey también ha salido del club por un montante
de poco más de 5 millones de libras en dirección al Swansea City.
Por otro lado, los fichajes de Mignolet como portero titular así
como de Iago Aspas -pieza clave en la salvación del Celta el curso
pasado-, Luis Alberto -perla de la cantera sevillista- y el
experimentado Kolo Touré -para suplir la retirada del legendario
Carragher- cierran una plantilla que ha cuajado una pretemporada
estupenda y que parece entenderse muy bien sobre el terreno de juego
pese al poco tiempo que llevan juntos.
Si hay un hombre que se presume que sea clave este año en la escuadra liverpudlian, ese es el brasileño Coutinho. Llegado del Inter de Milán en el pasado mercado de invierno, enamoró a la afición local con un excepcional toque de balón y una visión de juego increíble. Será, a priori, titular indiscutible, y querrá sin duda ganarse un puesto en la convocatoria de Brasil para en Mundial del verano que viene.
A diferencia del curso pasado, el Liverpool podrá contar desde el inicio de la temporada con Lucas Leiva y Steven Gerrard, que formarán una pareja férrea en el centro del campo. Si las lesiones acompañan, Rodgers podrá disponer de una plantilla capaz de llegar lejos y no tirar la toalla en ningún momento. El técnico norirlandés tendrá que hacer lo posible para sacar todo el potencial de Joe Allen, que decepcionó mucho en su primera temporada vistiendo la camiseta 'red'.
Pero pese a las altas y las bajas, si algo ha marcado el verano del Liverpool ha sido el culebrón Luis Suarez. Aunque hay tiempo aún para que salga del equipo antes de que se cierre el mercado de fichajes, parece que está más cerca que nunca de permanecer en la plantilla al menos hasta invierno, si bien se ha ganado muchas críticas entre su propia afición por su modo de actuar filtrándolo todo a la prensa. Una de las mejores cosas que ha hecho Rodgers desde que se hizo cargo del equipo ha sido la manera de manejar este tema, anteponiendo los intereses del club por encima de todo y dirigiendo la situación con puño de hierro.
El club del Mersey aún no ha disputado ningún partido oficial esta temporada, pero se presupone que su once inicial sea: Mignolet en portería, línea defensiva de cuatro compuesta por Johnson en banda derecha, Jose Enrique en la izquierda y pareja de centrales compuesta por Agger y Touré. Delante, doble pivote formado por Leiva y Allen, por delante de ellos el capitán Gerrard, de extremo derecho Aspas, de izquierdo Coutinho y en punta el goleador Sturridge. Esto será así mientras que Suarez siga sancionado -aún le quedan seis partidos por cumplir-, con las posibles variaciones de que Skrtel entre de central y que Henderson lo haga en lugar de Allen, en lo que sería un once más ofensivo.
La afición está
expectante de que sus jugadores defiendan el 'LiverBird' de su pecho
como es debido, y lleven la alegría a Anfield, una alegría más que
merecida y que lleva mucho tiempo haciéndose esperar. You'll Never Walk Alone.
Por Santi Córdoba (@SCórdobaS1)
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